El examen de dos piezas de madera procedentes de los restos arqueológicos del casco de una pinaza venaquera del siglo XV ha proporcionado fragmentos de ocho musgos: Eurhynchium striatum, Hylocomium splendens, Hypnum cupressiforme var. cupressiforme, Kindbergia praelonga, Neckera complanata, Pseudoscleropodium purum, Rhytidiadelphus triquetrus y Thuidium tamariscinum.
Estos restos fueron descubiertos en el yacimiento arqueológico de Urbieta (Reserva de la Biosfera de Urdaibai, Gernika, Vizcaya, España) y proporcionan la primera evidencia del uso de musgos para el calafateado de embarcaciones en España.